domingo, 6 de julio de 2014

Objetivo: Impresión

Pintura acrílica. Técnica de la vela. Betún de Judea. Abalorios. Si tienes que hacer un regalito especial, un detalle para alguien especial o quieres que vean que te acuerdas de alguien, ponte manos a la obra! Si es facilísimo! Eso pensé cuando me puse a hacer todas las cajas de estos días. Especialmente, la última que he terminado me supuso un trabajo extra. Mentalmente. Quería perfección. La quiero siempre, pero ahora más! Y sinceramente, no quedó como esperaba. Pero quedó perfecta de otra manera. Porque he aprendido que hay varios tipos de perfección.

Esta cajita es para Pili, con todo mi cariño ^^




Ya sabéis cómo va esto: Pintura de base (en este caso, el tono oscuro lo puse debajo, para cambiar un poco). Cera de vela por las esquinas, y pintura por encima, en ese caso, el tono claro (era blanco, el fallo es que era imposible dar más capas y que quedara blanco nuclear. Igualmente quedó muy bonita). Lijar las esquinas con papel de lija de grano fino y un poco de delicadeza. Pátina dorada en los cierres. Y listo!



Ya a continuación era cuestión de añadir la decoración en sí. Como con las demás, quería poner el nombre en la tapa. Con otra tipografía. Y esta que encontré en una foto de un tatuaje (sí, en serio!) me pareció muy bonita y además adecuada para Pili. Es elegante, sencillo y muy bonito. Perfecto ^^


Iba a añadir, con decoupage, un ramito de flores en la esquina inferior izquierda, en tonos moraditos o malva. Tenía impresas las flores. Tenía la cola blanca lista. Pero vi la llave. Esa bonita llave que compré hace siglos con Irina. Y la cinta morada. Y quería usarlo. Y no sabía cómo. Hasta que me vino a la cabeza: "Lo uno. Lo uno y lo pego." Y así quedó:




El interior lo pinté con un tono verde un pelín más claro que el tono verde de base, para no quitarle más luz. Es posible que esto lo cambie. Se me pasa ahora mismo por la mente forrarlo con fieltro. Le daría un toque más delicado para guardar cosas frágiles. No sé, tengo que pensar! 



Lo que sí tengo claro es que el espejo que puse en la tapa, por dentro, queda muy bonito. El espejo lo decoré yo misma. Con esos espejitos es muy fácil trabajar. Rallas por la parte de atrás el dibujo que te guste. En este caso, un paisaje fluvial. Y luego pintas la parte de atrás en blanco o en el color que te guste. Y hace resaltar el dibujo sobre el espejo. No sé, me gustó!


Y ya con esta terminan las tres cajas que se van a ir directas en breves hacia Valladolid. Cada una está hecha y pensada para sus futuros dueños. Sólo me queda esperar que les gusten y las usen, que es la mejor recompensa! 




Hasta la próxima!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario