lunes, 2 de junio de 2014

Noelia


Una de mis primas ha hecho la Comunión y esas cosas. Mi madre, por hacer el detalle, me pidió si le podía hacer una caja, y como hacía tiempo que no me ponía a trabajar en algo bonito, acepté. Una vez tenía la caja en mis manos, no sabía muy bien qué colores usar ni cómo decorarla. Pero mi madre misma dijo la palabra mágica: plateado. Y de ahí fluyó todo hasta llegar a esto:



Pintarla de ese color ha sido lo más fácil. Aerosol y arreando. Fácil, rápido, con un olor que me encanta, y de acabado perfecto. 



A continuación, y como quería dejar claro que era su cajita personal, quise poner el nombre. Pintar con pintura las letras es algo que he hecho toda la vida. Pero últimamente estoy algo perezosa y opté por algo también muy rápido, fácil, con buen olor y un acabado genial también. Pero antes! Antes marqué con lápiz el nombre, para no equivocarme.


Y aquí está mi querido permanente negro para escribir el nombre:




Una vez escrito el nombre, venía el resto, decorar la caja de alguna manera divertida (que es una niña de 10 años!). Mi madre, con toda su buena intención, había comprado unos brillantitos de color rosa. Preciosos, no digo que no. Pero a priori, no tenía ni idea de cómo o dónde colocarlos. Pero no sé si será el sol o qué, que me llegó la inspiración muy rápidamente también.





Primero situé los diamantitos, sin pegarlos, encima de la caja, en sus posiciones! Como el resultado me gustaba (y eso que faltaban un par de detalles), comencé a pegar los brillantes uno a uno. Más moral que el alcoyano, ya lo digo yo...



Para pegarlos? Basta con un hilo negro, finito, y cualquier cola potente. Os dejo el proceso con imágenes, que calladita estoy más guapa ^^






Globos! Sí! Me pareció una idea original, no lo había hecho nunca, así que nadie de mi familia tiene una caja parecida, jaja Pero el matojo de hilos no me acababa de gustar... faltaba algo más... Así que opté por añadir un lacito rosa en las cuerdas de los globos, dando el toque final a la tapa de la caja. Bastó con una cinta de lazo de color rosa (hubiera preferido un tono más fucsia, pero la improvisación es lo que tiene!) y más cola. Y listo!





Espero que tanto a Noelia como a su madre les guste la cajita y le puedan sacar provecho, a la caja y al verdadero regalo de mi madre, que irá dentro ^^

Os dejo también una vista espectacular del Delta del Ebro, desde la Foradada, una excursión que nadie debería perderse! Au revoir!!




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